Las negociaciones están apoyadas en un proceso de comunicación entre las partes implicadas, ya que su dinámica consiste en descubrir los intereses, actitudes, poder y debilidades de la otra parte, manifestar qué es lo que deseamos, convencer y ocultar nuestras flaquezas y en definitiva en hacerse saber mutuamente algo transmitiendo señales verbales, escritas o corporales.