CONCLUSIÓN:
En base al contexto histórico del concepto de muerte, menciono que, cada ritual, creencia, enfoque, acontecimiento en la historia y la diversidad de pensamiento y singularidad de las personas, es de suma importancia resignificar en la tanatología y en cada persona, observar a la muerte y el duelo desde lo humano y con profundo respeto. Así como mantener los valores indispensables, por otra parte, los ritos y creencias que cada quien ha construido, también son de suma importancia, ya que son las afirmaciones simbólicas de los valores individuales y de grupo y también, pasar por los 3 estados del ritual (separación, marginal y la integración) serán la base para un duelo sano, luego entonces, y como experto tanatología, la compasión, el respeto, la empatía como primordiales como humano que abre su corazón a un doliente, luego entonces, enfrentar la propia muerte es básica para acompañamiento. Ahora bien, sobre la crisis de valores y en la misma línea de la antropología del duelo y de la muerte, construir desde las manifestaciones sociales y los procesos del duelo, como la expresión social de las personas, que tienen valor emocional, bienes, servicios, de valor simbólico y de comunicación. Por lo que hemos observado, el tiempo esta quitando el contacto con la muerte y en nuestras manos esta resignificarla ya que es el último acto de nuestra existencia.