Burgess (citado por Young) menciona cuatro tipos principales de instituciones:a) Instituciones culturales básicas (familia, iglesia, escuela);
b) Instituciones comerciales (empresas comerciales y económicas, uniones de trabajadores, empresas del Estado);
(c) Instituciones recreativas (clubes atléticos y artísticos, parques, campos de juego, teatros, cines, salones de baile);
(d) Instituciones de control social formal (agencias de servicios sociales y gubernamentales).
A ellas, Young agrega: e) Instituciones sanitarias (hospitales, clínicas, campos y hogares para convalecientes, que puedan incluirse o no en el grupo de agencias de servicio social);
f) Instituciones de comunicación (agencias de transporte, servicio postal, teléfonos, periódicos, revis tas, radios).
Circunscripto el ámbito en el que corresponde tra bajar, lo que caracteriza específicamente a psicolo gía institucional es un encuadre particular de la tarea; dentro del encuadre se deben contar, en primer lugar, dos principios, estrechamente interrelacionados:
a) toda tarea debe ser emprendida y comprendida. en función de la unidad y totalidad de la institución; b) el psicólogo debe considerar muy particularmente la diferencia entre psicología institucional y el trabajo psicológico en una institución.
En el primer caso el psicólogo es un asesor o consultor y en el segundo es un empleado, y la tarea concerniente a la psicolo gía institucional no se puede realizar en situación de empleado, sino en la de asesor o consultor, porque hay una distancia óptima en la dependencia económica y en la independencia profesional, qu que es básica en el manejo técnico de las situaciones.
La experiencia aconseja fijar un honorario global para una primera tarea diagnóstica que tiene que ser pre viamente delimitada en su duración, y posteriormente fijar honorarios, así como las horas diarias o sema nales a dedicar a la institución, al mismo tiempo que establecer el horario y días de trabajo, que luego han de respetarse rigurosamente. Los honorarios deben ser fijados en función del número de personas que han de intervenir en la tarea, teniendo en cuenta el cómputo del tiempo que ha de dedicarse fuera de la institución misma al estudio del material recogido o a la redacción de protocolos e informes.