Si la conducta esquizofrénica se observa dejando de lado las consideraciones etiológicas, parecería que el esquizofrénico trata de no comunicarse. Pero, puesto que incluso el sinsentido, el silencio, el retraimiento, la inmovilidad (silencio postural) o cualquier otra forma de negación constituye en sí mismo una comunicación, él esquizofrénico en frente a la tarea imposible de negar que se está comunicando y, al mismo tiempo, de negar que su negación es, una comunicación.