Los neurólogos no sólo saben perfectamente que el toro es capaz de sufrir, puesto que las estructuras neurales de su diencéfalo y de su sistema límbico son semejantes a las nuestras, sino porque a veces lo han usado como modelo de estudios sobre el dolor. De hecho, todos los centros del dolor y los mecanismos y puertas neurales de transmisión del dolor, incluidos los neurotransmisores involucra dos, son prácticamente idénticos en todos los mamíferos, por lo que no vale la pena insistir más en lo obvio.