En diversos estudios se ha llegado a la conclusión de que los EAA pueden causar depresión, cambios psicológicos y del comportamiento, como aumento de la agresividad y la irritabilidad., síndromes afectivos psicóticos, trastornos del sueño, anorexia, retraso psicomotor, alucinaciones visuales y auditivas, confusión, ansiedad crónica y agorafobia moderada en los deportistas.