La epiglotis es como una válvula que se cierra cuando tragamos para evitar que nos entren cuerpos extraños en los pulmones. Está situada hacia el final de la faringe, antes de llegar al esófago y a la laringe.
Cuando no tragamos, la válvula permanece abierta, lo que nos permite cantar, hablar y respirar.
Si no utilizamos la voz correctamente, la epiglotis tiende a moverse a su posición cerrada, y eso puede llegar a causar distintos problemas como fatiga, sobresfuerzo, no poder cantar libremente.