Por último, según Fernández, Domínguez y Teruel (2009), estas habilidades interactivas son las que dirigen prácticas como la colaboración, el discurso, la concurrencia, la custodia de sus privilegios y respecto a los demás, esto se puede ver en actividades, por ejemplo, la auto- pauta de sentimientos, simpatía, saber reconocer las pifias, percibir cuando los demás aciertan.