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ANTIFÚNGICOS - Coggle Diagram
ANTIFÚNGICOS
GENERALIDADES
HONGOS
Los hongos forman parte de los microorganismos que se diferencian de las bacterias y virus en cuanto su tamaño, forma y composición química. El componente principal estructural es el tubo filamentoso espaciado en intervalos irregulares que están formados por el citoplasma y el núcleo.
Actualmente, existen cerca de cien mil especies, que afectan al hombre ya sea a nivel mucocutáneo, sistémico y dérmico, siendo esta última la forma más común, que involucran estructuras queratinizadas como la piel, cabello y uñas.
Hongos responsables: Ephidermofita, Trichifitas y Microsporum. Y la Candida albicanis que afecta la mucosa la cavidad oral, tracto gastroinstestinal, etc.
Los hongos ingresan al organismo por vía aérea y producen infecciones cutáneas y sistémicas; ocularmente producen queratitis micótica, especialmente por el género Penicillium. La infección fúngica corneal es de baja incidencia por lo que existen fármacos antimicóticos tópico, con el agravante de la baja absorción y efecto terapéutico que dificulta la resolución de la infección y el pronóstico de tratamiento.
FÁRMACOS
Anfotericina B:
Antimicótico poliénico de alto peso molecular, su mecanismo de acción comienza con la unión al ergosterol de la membrana celular del hongo. Éste fármaco constituye como la primera elección en casos de queratitis y endoftalmitis causada por hongos.
Fluconazol:
El mecanismo de acción radica en la inhibición del ergosterol en la membrana fúngica. Usado por vía sistémica o intravítrea. Los efectos adversos son náuseas y cefalea intensa.
Itraconazol:
Derivado del Imidazol, empeado por vía oral o intravenosa en el tratamiento de la queratitis y endoftalmitis micótica.
Ketoconazol:
Su acción infiere la síntesis del ergosterol y debido a su baja penetración ocuar genera efectos fungistático sobre la Candida albicans. Se emplea por vía oral en casos de queratitis por aspergillus y fusarium. Efectos adversos incluyen, náuseas, prurito, cefalea intensa, diarrea, etc.
Miconazol:
Fungistático y fungicida con amplio espectro de acción, empleado en preparados tópicos para el tratamiento de infecciones oculares micóticas como queratitis.
Natamicina:
Presenta baja penetración córneo-conjuntival, y se emplea en infecciones causadas por Acremonium y fusarium. Para tratamientos de queratoconjuntivitis y blefaritis fúngica aguda.
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