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EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. - Coggle Diagram
EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN.
LA CONSTITUCIÓN DE 1876
consolida una forma de estado liberal moderada bajo
la hegemonía de una oligarquía burguesa y terrateniente muy conservadora y es fiel reflejo del pensamiento de Antonio Cánovas del Castillo.
Las Cortes Constituyentes aceptaron estas ideas y elaboraron una Constitución de carácter moderado.
Su gran ventaja estaba en su flexibilidad.
Sus principales características son:
“Soberanía compartida” del Rey con las Cortes, como representantes de los principios de autoridad y libertad.
Una práctica política que debía efectuarse sobre el principio de la existencia de unos partidos oficiales que aceptaran los reglamentos de la legalidad constitucional.
La declaración de derechos era semejante en apariencia a la de 1869, pero se limitaba a reconocerlos con carácter general
Esta Constitución establecía el centralismo político-administrativo como fórmula de organización del Estado.
Otro aspecto de la centralización fue la reorganización de las diputaciones provinciales y los ayuntamientos.
La cuestión religiosa fue objeto de un duro debate, pero se impuso la postura de Cánovas.
Aumentaron las prerrogativas del rey, siguiendo la tradición moderada.
Se limitó el poder de las Cortes, que eran bicamerales.
EL TURNO DE PARTIDOS
sistema canovista.
Todo el engranaje político ideado por Cánovas del Castillo, inspirado en el modelo ideal inglés, se traducía en la realidad en una auténtica farsa:
La alternancia pacífica en el poder de los dos partidos principales se convirtió, de hecho, en cambios de gobierno pactados de antemano entre ellos: era el turno de partidos.
Ley de Asociaciones
Restablecimiento del sufragio universal masculino.
Protagonista principal en la figura del cacique.
Fraude electoral
EL CARLISMO
Pese a la derrota, el carlismo seguía teniendo el apoyo de un importante sector de la opinión pública española.
LOS NACIONALISMOS PERIFÉRICOS
El origen de los regionalismos y nacionalismos, como movimientos políticos, debe buscarse en la reacción a la
uniformidad del sistema político y administrativo adoptado por el liberalismo:
Existencia de movimientos culturales (romanticismo) que rescataban la riqueza de las lenguas y costumbres propias.
Crítica al centralismo uniformador del Estado liberal.
La repercusión de las transformaciones económicas.
La crisis del 98 catalizó el nacionalismo al poner de manifiesto la incapacidad del Estado liberal español para hacer progresar al país
EL NACIONALISMO CATALÁN
En Cataluña, ya desde los años treinta fue surgiendo un movimiento cultural, la Renaixença.
La Jove Catalunya (1870), con Ángel Guimerà.
Tras la caída de la República, en 1874, y la derrota del carlismo, en 1876, surge un regionalismo prenacionalista con Valentí Almirall
En 1887, los conservadores fundaron la Lliga de Catalunya, y con motivo de los Juegos Florales celebrados por la Exposición Universal de Barcelona,
En 1891, gracias a Prat de la Riba, se fundó la Unió Catalanista, de tendencia conservadora.
En 1901 se fundó la Lliga Regionalista, con Prat de la Riba y Francesc Cambó,
EL NACIONALISMO VASCO
El creador del nacionalismo vasco, Sabino Arana Goiri, desde una perspectiva fuerista tradicional.
En 1895 fundó el Partido Nacionalista Vasco con una solemne declaración antiespañola y con una voluntad de restaurar en el territorio el orden jurídico tradicional.
OTRAS MANIFESTACIONES REGIONALISTAS Y NACIONALISTAS
A mediados del siglo XIX, comenzó la corriente O Rexurdimento (redescubrimiento literario de la lengua y la cultura gallegas).
Los movimientos regionalistas valenciano y andaluz fueron más débiles.
Los movimientos regionalistas valenciano y andaluz fueron más débiles.
el segundo tuvo su origen a en torno al Ateneo de Sevilla con Blas Infante como figura principal, el segundo tuvo su
origen a en torno al Ateneo de Sevilla con Blas Infante como figura principal,
LOS PARTIDOS REPUBLICANOS
Su papel social era más importante que sus resultados
electorales.
El Partido Posibilista o republicano histórico.
Es el más moderado, su líder era Emilio Castelar. Su base social era la burguesía y las clases medias urbanas, acabará integrándose en el Partido Liberal de Sagasta.
El Partido Centralista de Ruiz Zorrilla y Salmeron,
mantuvo su republicanismo más radical, apoyando, incluso, motines y levantamientos a favor de la República.
El Partido Federal de Pi i Margall
fue el mejor definido, el más coherente con las ideas del Sexenio y el único que se mantuvo unido desde 1880 hasta 1931. De origen urbano y con implantación rural, defendían la descentralización y el anticlericalismo.
EL MOVIMIENTO OBRERO
LOS ANARQUISTAS
En un congreso de las organizaciones afiliadas a la Internacional celebrado en Zaragoza en 1872, la mayor parte de los congresistas optaron por la línea anarquista.
El área geográfica de este anarquismo coincidía en general con la del movimiento cantonal de 1873, esto es, el tercio mediterráneo de la Península, desde los Pirineos al Guadalquivir, y en especial Barcelona, Zaragoza y las provincias de la Baja Andalucía.
En 1874 la comisión federal anarquista, ante la represión que había seguido al citado decreto de enero, preparó su vida en la clandestinidad y para ello incluyó la posibilidad de organizar una inminente acción revolucionaria para liquidar el Estado.
Este fue su planteamiento dominante hasta 1881, cuando Sagasta hizo que el anarquismo retornara a la legalidad.
LOS MARXISTAS
La otra tendencia del movimiento obrero, la socialista, se limitaba en 1874 a unos seguidores de las ideas de Marx, para quienes la Asociación de Arte de Imprimir, presidida por Pablo Iglesias, servía de refugio.
Éste convenció a sus compañeros de la necesidad de pasar a la
acción y formar un partido, hasta que el 2 de mayo de 1879 decidieron fundar en Madrid el Partido Socialista Obrero Español.