Mi madre relata que cuando era pequeño era inquieto, hiperactivo, alegre y curioso. Yo en vez de jugar con juguetes convencionales jugaba con el champú, los perfumes y los detergentes, algunas cosas me la tragaba ósea que estoy vivo de milagro; además no dormía, pero no lloraba, me quedaba quieto toda la noche.
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