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Un periodo entre dos guerras - Coggle Diagram
Un periodo entre dos guerras
Los años veinte: prosperidad y seguridad
Europa de la posguerra (1919-1924)
Estuvo marcada por una gran crisis económica.
Alemania
No pudo pagar las reparaciones de guerra impuestas por el Tratado de Versalles. Para asegurar su cobro, Francia ocupó la zona minera e industrial del país.
Relaciones internacionales
Fueron muy tensas. Sin embargo, a partir del Tratado de Locarno (1925), un nuevo espíritu de distensión hizo mejorar la situación europea.
Estados Unidos
Salió fortalecido de la Gran Guerra y se convirtió en la primera potencia política y económica a escala mundial.
John M. Keynes (1883-1946)
Las ideas de este economista británico resultaron esenciales para entender el desarrollo económico y político del siglo XX.
Medidas para salir de la crisis
En Europa, las naciones más perjudicadas fueron Gran Bretaña, Austria y Alemania, que sufrieron efectos como:
Quiebra de pequeñas y medianas empresas.
Bajada de precios y salarios.
Reducción de la producción industrial.
Aumento alarmante del desempleo.
Pérdida de valor de los mercados bursátiles.
La crisis de 1929 y la Gran Depresión
Economía estadounidense
Durante la euforia de los años veinte, la economía estadounidense había marginado al importante sector agrario. Su crecimiento desmesurado se había basado en una industria de bienes de consumo financiada mediante créditos.
Crack de la Bolsa de Nueva York
Bruscamente, las empresas perdieron su valor y gran parte de su capital. Al no poder cobrar los créditos concedidos, la mayoría de los bancos quebraron y los que superaron la crisis redujeron la financiación a las empresas.
Desempleo
Afectó a casi todas las clases sociales. Muchos empresarios se arruinaron, pero los obreros, empleados y técnicos fueron los más afectados.
La Sociedad de Naciones y el nuevo orden mundial
El objetivo era crear un organismo supranacional, la Sociedad de Naciones, que tuviera amplios poderes para promover y regular unas relaciones internacionales francas, abiertas y equilibradas.
Tras la Gran Guerra, triunfaron dos ideas políticas
El nacionalismo, que se prolongó con gran intensidad y redujo la creación de nuevos Estados europeos. Además, se atribuye de base para el surgimiento de movimientos de independencia en las colonias.
La democracia, que se afianzó a todos los países de Europa y amplió el sufragio a las mujeres.