La inversión inicial se define como la cantidad de dinero o capital necesario que se debe emplear para conseguir el funcionamiento de un negocio, mediante recursos o servicios.
En otras palabras, este dinero inicial se utiliza para el desarrollo de la actividad empresarial, cubriendo los costos iniciales, bien sea, compra de la propiedad o edificio, compra de maquinarias y equipos, suministros y la contratación de empleados y prestadores de servicio.
Para poner en marcha cualquier tipo de proyecto empresarial se necesita una inversión inicial, siendo el capital destinado para la gestión de los recursos necesarios para la construcción de la nueva empresa.