Estas técnicas ponen de manifestó un aspecto que enriquece notablemente la educación social y la pedagogía social. No caben soluciones globales a problemas personales. Y aunque nos encontremos con la materialidad del mismo problema, también se aprecia que las circunstancias culturales, familiares, socioeconómicas, biográficas, etc., no son las mismas y requerirán de un tratamiento bien distinto, según sea el caso.