La tecnología de la Telemedicina debe adaptarse al volumen y complejidad que se requiera, así como a los diferentes niveles de atención. Mientras que en los hospitales de alta especialidad existen necesidades de múltiples unidades operativas que demandan un subsistema de información específico, como farmacia, laboratorios, administración de personal, contabilidad, etc., en las unidades de primer nivel de atención sólo se necesita una tecnología básica de conectividad e información (Field, 1996)