Una vez solidificada la cultura, la cosmovisión (que define nociones comunes que se aplican a todos los campos de la vida, desde la ciencia hasta la religión) abarcó las artes, el culto y la política, la cual mantuvo un enlace y una unión extraordinaria de este pueblo. La estructura del pueblo náhuatl, mágico y religioso en sus raíces, es profundamente centralista.
El hombre en México ha desplazado su centralismo histórico. Ahora, en cambio, desconfía de lo diferente y novedoso. Se dejará el centralismo a un lado, la introversión, la desconfianza y el soterrado vivir cuando la expansión, la alegría y el contacto se conviertan en una manera nueva de ser. sea eso.
Cuando la clase media no trascurra desconfiada entre el silencio del indio y, sobre todo, el silencio del criollo, entonces el mexicano con la frente en alto podrá ponerse cara a cara con el mar.