es la que se produce en el interior del animal, que será la hembra en especies con sexo separado. Para ello, los espermatozoides deben entrar en el oviducto. La forma de hacerlo puede ser mediante un órgano copulador, como el pene, por estrecho contacto entre oviducto y espermiducto, como la cópula en aves, o por la producción de espermatóforos que se introducen en el oviducto.