Esta etapa es el punto de partida, y en ella tendrás que definir aquello que buscas mejorar, las actividades, el equipo de trabajo, el presupuesto, etc. Debes tener claro cuál es el propósito al implementar Seis Sigma. Qué objetivo quieres alcanzar, qué impacto tendrá en la compañía y cuáles serán las responsabilidades de los implicados.