Los sistemas trifásicos puesto que son los que con más frecuencia se utilizan en la generación, transporte y distribución de la energía eléctrica. Las instalaciones domésticas o de pequeña potencia son monofásicas, pero esto no supone más que una derivación del sistema trifásico. Existen también sistemas bifásicos que se emplean en servomecanismos, en aviones y barcos, para detectar y corregir señales de rumbo, indicación de alerones, etc
En general, para la transmisión de potencia, los sistemas trifásicos son los preferidos sobre los sistemas de una fase o monofásicos por muchas razones, pueden usarse conductores de menor sección para transmitir los mismos kVA al mismo voltaje, lo que reduce la cantidad de cobre requerido (típicamente cerca del 25% menos) y a su vez bajan los costos de construcción y mantenimiento.
Las líneas más ligeras son más fáciles de instalar y las estructuras de soporte pueden ser más livianas y situarse a distancias mayores una de la otra. En general, la mayoría de los grandes motores son trifásicos porque son esencialmente de autoarranque y no requieren un diseño especial o circuitos adicionales de arranque.