Definir y tener claro lo que el programa tiene que hacer junto con las tareas que debe realizar para llevar a cabo la solución Qué datos necesito para realizar la tareas, que formato deben tener los datos de entrada, de donde provienen los datos de entrada, como se obtienen esos datos, cómo interactúan los datos entre sí para obtener el resultado, muy importante tener claro cuál será el resultado que se desea obtener, tampoco dejar de lado las restricciones que puede haber al momento de procesar los datos..
Se debe analizar todos los escenarios que pueden darse ya que un cambio de escenario puede variar el resultado final del programa, siempre vale la pena cuestionarse y realizar la pregunta: ¿y si pasa esto o aquello? qué comportamiento tomaría el programa.
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Para aclarar dudas se debe pedir formatos (formas de presentación de los datos o de donde se obtienen los datos cuando se hacen de forma manual), fórmulas, realizar ejemplos y verificar los resultados.
Es importante recoger todos los requerimientos y especificaciones del problema. Un mal análisis lleva a un mal diseño y posterior a un mal resultado.