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Existen varios criterios distintos para clasificar a las oraciones. Uno de…
Existen varios criterios distintos para clasificar a las oraciones. Uno de ellos es la cantidad de proposiciones o suboraciones que la componen. De acuerdo con esto, existen:
Oraciones simples. Tienen un solo predicado correspondiente a un solo sujeto, ya sea simple o compuesto
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Oraciones compuestas. Tienen más de un predicado, es decir que poseen más de un verbo conjugado. Estas pueden ser: coordinadas, subordinadas o yuxtapuestas.
Las oraciones coordinadas pueden formarse de dos maneras:
Oraciones coordinadas yuxtapuestas. Se trata de dos proposiciones que se combinan a través de la utilización de signos de puntuación (coma, dos puntos, punto y coma), y no de palabras.
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Oraciones coordinadas con nexos. Se trata de dos proposiciones que se combinan a través de la utilización de nexos o conjunciones, como y, sin embargo, pero, ni.
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Las oraciones compuestas coordinadas se diferencian de las oraciones compuestas subordinadas porque en estas se combinan dos o más proposiciones que no son de la misma jerarquía sintáctica, sino que una actúa como principal y las demás dependen de ella.
Por ejemplo: La joven, que nunca había tenido problemas con nadie, se fue sin pena ni gloria, la proposición subordinada “que nunca había tenido problemas con nadie” depende sintácticamente del núcleo “joven”.
Según el tipo de nexo coordinante que se use para formarlas, las oraciones coordinadas reciben diferentes nombres:
Oraciones copulativas. Los nexos copulativos (y, e, ni) permiten agregar o adicionar proposiciones, de manera afirmativa o negativa.
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Oraciones adversativas. Los nexos adversativos (pero, sin embargo, sino, excepto, no obstante) permiten oponer ideas y son muy comunes en el discurso.
Por ejemplo: El limonero dio muchos frutos esta temporada; sin embargo, varios de ellos estaban agrios.
Oraciones disyuntivas. Los nexos disyuntivos (o, u, o bien) plantean una relación de exclusión: si se da una cosa, no se puede dar la otra.
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Oraciones distributivas. Los nexos distributivos (bien… bien…, ora… ora…, ya… ya…) reparten atributos en ambas proposiciones coordinadas, pero en la actualidad son de uso muy poco frecuente.
Por ejemplo: Están investigando al acusado: bien puede ser inocente, bien pueden meterlo preso.
Oraciones explicativas. Los nexos explicativos (esto es, es decir, o sea) amplían el sentido de la primera proposición mencionada.
Por ejemplo: El estudio salió bien, es decir, Juan está fuera de peligro.
Oraciones consecutivas. Los nexos consecutivos (porque, por lo tanto, entonces, de modo que) señalan una relación de causa-consecuencia entre las proposiciones.
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