En agosto de 1981 sufrió una hemorragia gástrica y salvó su vida de milagro, pero eso no le impidió seguir escribiendo. Poco después, el presidente François Mitterrand le otorgó la nacionalidad francesa. Dos años más tarde, en 1983, tras la vuelta a la democracia en Argentina, Cortázar hizo un último viaje a su patria, en donde fue recibido por sus admiradores,
El 12 de febrero de 1984, a causa de una leucemia, Cortázar falleció. Sin embargo, en 2001, la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi afirmó en su libro sobre el escritor que creía que la leucemia había sido provocada por el sida, virus que Cortázar habría supuestamente contraído durante una transfusión de sangre en mal estado en el sur de Francia. Dos días después, fue enterrado en el cementerio de Montparnasse, en la tumba donde yacía Carol Dunlop. La lápida y la escultura fueron hechas por sus amigos: los artistas Julio Silva y Luis Tomasello.