Las células agrupan los polímeros de microfilamentos para formar haces paralelos o perpendiculares, o intrincadas redes que proporcionan el soporte estructural necesario para el desarrollo de funciones concretas, como, por ejemplo, mantener la forma de las microvellosidades, promover el movimiento celular por medio de lamelipodios y filopodios, o anclarse firmemente a un sustrato (mediante fibras de estrés).