Insistió en la necesidad del cambio de la forma conductista de aprendizaje, que consistía en técnicas de repetición y memorización, ya que según este autor no explotaban las capacidades totales del individuo.
Ante esto, insistía en la importancia del aprendizaje interactivo, del diálogo como forma de potenciar el proceso, sumado a la necesidad de enfocarse en procesos y conceptos más que en hechos puntuales y figuras. Como vemos, no sólo influyó en la psicopedagogía, sino que también en el ámbito pedagógico en general