El proceso de socialización, modifica la conducta por la intervención de los otros individuos en una secuencia de relaciones, que fomenta la percepción, la motivación, el aprendizaje y la adaptación por el intercambio de reglas y creencias. Algunos autores dicen que para modelar la interrelación humana es necesario modelar a los individuos en un contexto social, interrelacionando entre sí con los requisitos de la acción social, los cuales son: tener objetivos, adaptación de medios a objetivos y el poder integrador de cada uno de ellos en el grupo mediante normas y mantenimiento de un modelo en el proceso de socialización.
Además, la sociabilidad converge con la ética en diferentes aspectos, tales como una amistad, en donde el ser humano crea una relación consigo y con alguien más. Las relaciones sociales son un complemento tan importante como la relación que tenemos con nosotros mismos, así pues; al relacionarse con otros seres se puede transformar la manera de vivir e incluso pensarlo.