El currículo debe dejar de ser responsabilidad exclusiva de los sistemas e instituciones educativas y convertirse en un proceso de actividades compartidas entre gobiernos, directivos, docentes, estudiantes y la sociedad en su conjunto (Martínez, 2017; Martínez et al., 2017; Tobón, 2011; Tobón, 2013a;Tobón, 2013b; Vázquez et al., 2017)
de manera colaborativa deben diagnosticar cuáles son los problemas de la comunidad y establecer proyectos para resolver sus necesidades colectivas y personales