Después de analizar el amor en una obra antigua (“Tristán e Iseo”) y en una contemporánea (“Bridgerton”), he llegado a la conclusión de que el amor cortés tiene ciertos elementos que siguen vigentes en la idea del amor hoy en día. Por ejemplo, el hecho de que el amor no esté limitado por el matrimonio es sin duda un paralelo. También se cultiva el amor y se evidencia un deseo mutuo por las partes. Aunque la mujer hoy en día no siempre es respetada en la relación, hay muchas en las que la mujer sí es considerada como el ideal perfecto. Aparte de estas similitudes, hay algunas diferencias que han surgido de la evolución del amor cortés. En primer lugar está el que las partes deban ser de la nobleza. Aunque los miembros de la nobleza y demás personas con poder experimenten amor, no son exclusivos el uno del otro. También se ha perdido la creencia de que el hombre debe satisfacer las necesidades de la mujer, ya que incluso se podría decir que son las mujeres contemporáneas las que suelen satisfacer las necesidades del hombre. Finalmente, el amor contemporáneo no siempre nace de una atracción inicial como en el amor cortés. A pesar de estas diferencias, cuando se ve todo el panorama es posible identificar elementos del amor cortés en la actualidad, evidencia de la gran influencia de obras literarias tales como “Tristán e Iseo” en las historias (reales y ficticias) contemporáneas.