Hoy en día, gran cantidad de fabricantes utilizan ciertos ácidos orgánicos para ayudar a la conservación de diferentes productos. Sin embargo, la concentración y el tipo de ácidos orgánicos permitida son cuidadosamente testeados por los organismos gubernamentales responsables de la Sanidad, y las concentraciones permitidas son generalmente pequeñas, comparadas con las de los ácidos orgánicos en muchas frutas y productos fermentados.
Por su solubilidad, sabor y baja toxicidad, los ácidos orgánicos de cadena corta, como el ácido acético, ácido benzoico, ácido cítrico, ácido propiónico, y ácido sórbico son a menudo utilizados como conservadores o acidificantes. Al considerar la posible utilización como conservadores de otros ácidos orgánicos, es recomendable recordar que la actividad antimicrobiana de estos compuestos suele ser superior a medida que se prolonga la longitud de su cadena molecular.