Un currículum contrahegemónico es aquel donde se pueden plantear temas económicos desde la situación de los pobres, y no de los ricos, donde se pueda establecer cuestiones de género, desde la posición de las mujeres, donde se puedan plantear relaciones raciales, cuestiones territoriales, de sexualidad y así sucesivamente. Aunque la búsqueda de estos principios tiene consecuencias para el currículum ya que el currículum hegemónico actual encarna los intereses de las personas más favorecidas. Un currículum contrahegemónico es aquel que debe materializar los intereses y las perspectivas de los menos favorecidos. Es diverso porque apunta más bien hacia prácticas de aprendizaje no jerarquizadas y de cooperación. En este sentido, la justicia avanzaría de forma muy significativa si se prohibiera cualquier prueba competitiva o de nivel durante los años de escolarización obligatoria. Es inclusivo porque incluye y valora las experiencias de las mujeres igual que las de los hombres, a los aborígenes como a los blancos, a los obreros igual que a los profesionales liberales.