Los resultados obtenidos en diversas investigaciones han mostrado que los adolescentes que tenían bajas competencies emocionales tienden a tener más problemas de identidad, estrés, depresión, alteraciones psicosomáticas, menos habilidades para pedir ayuda y apoyo social, así
como más ideas suicidas (Ciarrochi y col., 2003; citado en Alegre, 2006).