La persona sufre ansiedad, miedo o rechazo a la hora de intentar una relación sexual con otra persona. Incluso, hay personas que pueden sentir rechazo por besos o contactos superficiales.
Ante el miedo o ansiedad la persona pueden evitar situaciones de tipo sexual o compañeros sexuales mediante distintas formas, como por ejemplo acostándose pronto, viajando, descuidando el aspecto externo, tomando sustancias o volcándose excesivamente en actividades familiares, sociales y laborales.