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LE POPELO VUH ( CAPT.5) - Coggle Diagram
LE POPELO VUH ( CAPT.5)
Luego llegaron a la casa, pero no podían dormirse.
Y en seguida fueron a ponerlos sobre un hormiguero. Allí durmieron tranquilamente. Luego los quitaron de ese lugar y los pusieron sobre las espinas.
-¡Anda a botarlos afuera!, dijo la vieja, porque verdaderamente es mucho lo que gritan.
Cuando llegó el día de su nacimiento
dio a luz la joven que se llamaba Ixquic; pero la abuela no los vio cuando nacieron. En un instante fueron dados a luz los dos muchachos llamados Hunahpú e lxbalanqué. Allá en el monte fueron dados a luz.
habían crecido en medio de muchos trabajos y necesidades y pasaron por muchas penas,
pues Hunbatz y Hunchouén y en su interior sabían todo lo relativo al nacimiento de sus hermanos menores.
Eran a un tiempo flautistas, cantores, pintores y talladores;
Sin embargo, no demostraban su sabiduría,
pero llegaron a ser muy sabios
-
Ahora bien, lo que querían Hunbatz y Hunchouén era que murieran allí mismo en el hormiguero,
Grandes sabios eran,
o que murieran sobre las espinas.
no los conocían y así se criaron en el cam po.
Deseábanlo así a causa del odio y de la envidia que por ellos sentían Hunbatz y Hunchouén.
Al principio se negaban a recibir en la casa a sus hermanos menores;
Hunbatz y Hunchouén eran grandes músicos y cantores;
todo lo sabían hacer.
Tenían noticia de su nacimiento y sabían también que eran los sucesores de sus padres,
los que fueron a Xibalbá y murieron allá.
por la envidia que les tenían, pues sus corazones estaban llenos de mala voluntad para ellos, sin que Hunahpú e lxbalanqué los hubieran ofendido en nada.
Estos últimos se ocupaban solamente de tirar con cerbatana todos los días;
no eran amados de la abuela ni de Hunbatz, ni de Hunchouén. No les daban de comer;
solamente cuando ya estaba terminada la comida y habían comido Hunbatz y Hunchouén,
entonces llegaban ellos, Pero no se enojaban, ni se encolerizaban y sufrían
calladamente, porque sabían su condición y se daban cuenta de todo con claridad.
Traían sus pájaros cuando venían cada día,
Hunbatz y Hunchouén se los comían,
sin darle nada a ninguno de los dos, Hunahpú e lxbalanqué.
La sola ocupación de Hunbatz y Hunchouén era tocar la flauta y cantar.
Y una vez que Hunahpú e Ixbalanqué llegaron sin traer ninguna clase de pájaros,
entraron [en la casa] y se enfureció la abuela.
Y ellos contestaron: -Lo que sucede, abuela nuestra, es que nuestros pájaros se han quedado trabados en el árbol y nosotros no podemos subir a cogerlos,
-Está bien, dijeron los hermanos mayores, contestando, iremos con vosotros al amanecer.
Consultaron entonces los dos entre sí la manera de vencer a Hunbatz y Hunchouén. -Solamente cambiaremos su naturaleza, su apariencia; cúmplase así nuestra palabra, por los muchos sufrimientos que nos han causado.
Ellos deseaban que muriésemos, que nos perdiéramos nosotros, sus hermanos menores. En su interior nos tenían como muchachos.