cuando un usuario envía un mensaje, el software que lo atiende se pone en contacto con el ordenador del receptor, utilizando la dirección de correo electrónico, y le transfiere una copia del mensaje (mediante el protocolo normalizado que controla la transferencia de ficheros en Internet, el TCP) que es almacenada en el buzón del receptor, a la vez que éste es avisado. Para asegurar la calidad del envío, el ordenador emisor guarda una copia completa del mensaje durante la transferencia.