Es importante estar en contra de la pobreza en cualquier época, incluyendo el siglo XIX, porque la pobreza es una situación en la que las personas no tienen acceso a los recursos necesarios para cubrir sus necesidades básicas, como la alimentación, el refugio y la atención médica. La pobreza puede tener consecuencias devastadoras para las personas y las comunidades, incluyendo el hambre, la falta de vivienda, la mala salud, la falta de acceso a la educación y la falta de oportunidades de empleo.