En efecto, para estos autores, la diferenciación va estructurándose en términos de la especialización de subpartes organizacionales dedicadas a dar cuenta de las diversas demandas ambientales provenientes de los distintos sub-ambientes con los que la organización se encuentra en relación: proveedores, clientes, competencia, tecnología, sistema legal, sistema tributario, etcétera. Estos subsistemas organizacionales pueden ser más o menos diferentes entre si, pero en todo caso, se requiere de una fuerza que permita mantener a la organización funcionando como una sola entidad.
El análisis que se desprende del modelo de contingencias de Lawrence y Lorsch intenta comprender el proceso de diferenciación, y su correlato de integración, en la relación de la organización con su ambiente.
En otras palabras, dada una organización ubicada en un entorno determinado, el análisis debería determinar las formas organizacionales; la planificación de sus actividades; la división del trabajo; las relaciones entre la empresa y los miembros; las condiciones del entorno: mercado, proveedores, tecnología, competencia, etcétera; relaciones interpersonales, expectativas laborales de los empleados y exigencias de la empresa a estos en términos de comportamientos requeridos, definición y claridad de las metas; grado de conformidad y compromiso con las metas; grado de acuerdo entre las metas de la organización y las metas de los subsistemas; sistema de comunicaciones; sistemas de manejo y solución de conflictos; grado y tipo de mecanismos de control; etcétera.