Please enable JavaScript.
Coggle requires JavaScript to display documents.
EL popol vuh - Coggle Diagram
EL popol vuh
Cuando llegó el día de su nacimiento, dio a luz la joven que se llamaba Ixquic; pero la abuela no los vio cuando nacieron.
En un instante fueron dados a luz los dos muchachos llamados Hunahpú e lxbalanqué. Allá en el monte fueron dados a luz.
Luego llegaron a la casa, pero no podían dormirse.
¡Anda a botarlos afuera!, dijo la vieja, porque verdaderamente es mucho lo que gritan.
Y en seguida fueron a ponerlos sobre un hormiguero. Allí durmieron tranquilamente. Luego los quitaron de ese lugar y los pusieron sobre las espinas.
Deseábanlo así a causa del odio y de la envidia que por ellos sentían Hunbatz y Hunchouén.
Ahora bien, lo que querían Hunbatz y Hunchouén era que murieran allí mismo en el hormiguero, o que murieran sobre las espinas.
porque verdaderamente es mucho lo que gritan.
Al principio se negaban a recibir en la casa a sus hermanos menores; no los conocían y así se criaron en el campo.
Hunbatz y Hunchouén eran grandes músicos y cantores; habían crecido en medio de muchos trabajos y necesidades y pasaron por muchas penas, pero llegaron a ser muy sabios.
Eran a un tiempo flautistas, cantores, pintores y talladores; todo lo sabían hacer.
Tenían noticia de su nacimiento y sabían también que eran los sucesores de sus padres, los que fueron a Xibalbá y murieron allá.
Sin embargo, no demostraban su sabiduría, por la envidia que les tenían, pues sus corazones estaban llenos de mala voluntad para ellos, sin que Hunahpú e lxbalanqué los hubieran ofendido en nada.
Grandes sabios eran, pues Hunbatz y Hunchouén y en su interior sabían todo lo relativo al nacimiento de sus hermanos menores.
Estos últimos se ocupaban solamente de tirar con cerbatana todos los días;
no eran amados de la abuela ni de Hunbatz, ni de Hunchouén.
solamente cuando ya estaba terminada la comida y habían comido Hunbatz y Hunchouén,
No les daban de comer;
entonces llegaban ellos, Pero no se enojaban, ni se encolerizaban y sufrían calladamente,
porque sabían su condición y se daban cuenta de todo con claridad.
¿Por qué no traéis pájaros?, les dijo a Hunahpú e Ixbalanqué.
Traían sus pájaros cuando venían cada día, y Hunbatz y Hunchouén se los comían, sin darle nada a ninguno de los dos, Hunahpú e lxbalanqué.
Y una vez que Hunahpú e Ixbalanqué llegaron sin traer ninguna clase de pájaros, entraron [en la casa] y se enfureció la abuela.
La sola ocupación de Hunbatz y Hunchouén era tocar la flauta y cantar.
Está bien, dijeron los hermanos mayores,
querida abuela. Si nuestros hermanos mayores así lo quieren, .
es que nuestros pájaros se han quedado trabados en el árbol y nosotros no podemos subir a cogerlos,
que vengan con nosotros y que vayan a bajar los pájaros, dijeron.
Y ellos contestaron: -Lo que sucede, abuela nuestra,
Solamente cambiaremos su naturaleza, su apariencia;
cúmplase así nuestra palabra,
por los muchos sufrimientos que nos han causado.
Ellos deseaban que muriésemos, que nos perdiéramos nosotros, sus hermanos menores.
Consultaron entonces los dos entre sí la manera de vencer a Hunbatz y Hunchouén.
Está bien, dijeron los hermanos mayores, contestando, iremos con vosotros al amanecer.