Reconciliados en Jesús: en él todo cobra sentido: La propuesta de Jesús es la del Reino de Dios. Y trata de luchar contra el sufrimiento, el dolor, el pecado y la muerte: cuando Jesús cura, perdona... hace realidad la fraternidad de los hijos de Dios. Cuando permanece fiel a su proyecto, pese a la amenaza de muerte, hace visible el amor de Dios por los más desfavorecidos. La vida de Jesús está unida al dolor: dolor por la opresión de la religión a su pueblo, por la incomprensión de sus coetáneos, por la negación de su proyecto y por la entrega en la cruz de una vida coherente hasta el final. Consciente del poco tiempo que le resta, hace el signo final. Junta a los Doce y celebra un banquete. Es el Signo del Reino: juntos se sienta la gran familia de la humanidad, reconciliador unos con otros, miembros de este y único linaje de Dios. Todo pecado queda sanado.