Este debe ser breve y, a la vez, muy expresivo. Muchas veces sabemos qué decir, pero, ¿y cómo decirlo? Está claro que se necesita mucha imaginación, mucho conocimiento de la fuerza comunicadora del lenguaje, entendido en un sentido amplio, para saber qué código emplear en cada momento. También el creativo se arriesga en ocasiones, y emplea códigos distintos a los habituales en un intento de llamar la atención y de que el mensaje sea percibido. Tenemos que decidir que mensaje utilizar: (Rodríguez, 2012. Pá. 95).
Racional
El mensaje racional hace uso de argumentos y conceptos racionales sobre las características de los productos o servicios ofrecidos, posicionando en la mente del consumidor su producto como el que mejor va a satisfacer sus necesidades. Uno de los ejemplos más evidentes sobre este tipo de marketing es el de los detergentes. Vázquez. U. (s.f.)
Ejemplo
“Lava más blanco”, “también a baja temperatura”, “con el programa corto”…
Emocional
Apela a nuestros sentimientos, a algo etéreo que no se ve directamente, pero que está ahí. Algo que la marca busca despertar para que sea el consumidor el que se decida por sí mismo, estableciendo un poderoso vínculo a través de los sentimientos más profundos. Vázquez. U. (s.f.)
Ejemplo
“El sabor de la vida”, “sensación de vivir”, “destapa la felicidad” o el actual “siente el sabor”.
Atractivo
Hace uso de diseños llamativos, mensajes divertidos, lemas originales, logotipos personalizados y otras estrategias de marketing. Con el fin de que impacte, llamando la atención del público, esto impulsará a realizar la compra. (Rodríguez, 2012. Pá. 95).