Una vez aclarados los motivos por los que se celebra el contrato, identificadas las partes contratantes y aclarado que el contrato ha sido válidamente celebrado, hay que determinar las obligaciones asumidas por las partes, siempre en estrictos términos de “claridad, sencillez, congruencia y concreción”. De esta forma, se deberán concretar extremos tales como las condiciones de entrega de la mercancía, el precio, las condiciones de pago, etc