El trastorno disocial puede ser causado por diversos factores, incluyendo características de los padres, como educación rígida y punitiva, patrones de disciplina incorrectos, condiciones caóticas en el hogar, divorcio, abuso, alcoholismo y trastornos psiquiátricos. Factores socioculturales como la privación económica, el consumo de drogas, el desempleo y la falta de apoyo social también pueden contribuir. Además, los niños con dificultades neuropsicológicas y ciertos temperamentos, como baja tolerancia a la frustración, pueden ser más propensos a desarrollar este trastorno.