Un grupo especial, las mujeres musulmanas -> tuteladas siempre por un hombre (padre, marido, etc.), vivían recluidas en una parte especial de la casa, el harem. Su tarea principal era atender la casa y cuidar de los hijos e hijas. Podían desempeñar ciertos oficios, como comadrona, nodriza, cantaora o bailarina, y en las clases más altas hubo médicas y poetas.