Este modelo propone tratar la conducta suicida, tanto la ideación como la acción, simple y llanamente como una conducta. Esto implica enmarcarla en el procedimiento del análisis funcional. para comprender cómo aparece, pero funcionalmente responder a la pregunta: para qué aparece, y luego, por qué se mantiene presente, activándose o no, a lo largo de la vida de una persona. Cuando decimos simple y llanamente nos referimos a que al menos sabemos en qué dirección vamos a complicar, extender o ampliar el trabajo para asistir a personas con este problema. Linehan y colaboradores, a través de los estudios sucesivos con consultantes suicidas, desarrollaron una hipótesis funcional que forma parte de la Terapia Dialéctica Conductual conocida por sus siglas en inglés como DBT.