Todos los animales son organismos pluricelulares, cuyas células se caracterizan por la presencia de un núcleo bien limitado por una membrana, es decir, son organismos eucariotas.
Son seres heterótrofos, es decir, dependen del consumo de otros organismos para cubrir sus necesidades nutricionales. Cuentan así con diferentes estrategias de captura y procesado de la amplia variedad de alimentos que consumen, así como una regulación de la ingestión y digestión de dichos alimentos.