No obstante los científicos parten de unos supuestos acerca del mundo que los rodea y de su actividad investigadora en torno a la realidad y la verdad. Pueden aceptarlos sin más, como paradigma orientativo o como programa de investigación, centrando su esfuerzo intelectual en investigar, pero también pueden intentar aclarar el sentido de esos supuestos, lo que, en definitiva, implica hacer una investigación de tipo filosófico.