México es un país multicultural, lo cual quiere decir que en el espacio que conforma la nación coexisten diversidad de culturas y grupos étnicos. En el país existen alrededor de 68 etnias y 68 lenguas indígenas (con 364 variantes lingüísticas). Los grupos étnicos más numerosos son los nahuas, mayas, zapotecos, mixtecos y otomíes. Las lenguas con más hablantes, por su parte, son el nahua, el maya, el tsetal, el mixteco y el tsotsil.
Algunas actitudes frente al multiculturalismo son discriminatorias. La discriminación consiste en excluir o dar un trato desigual a otras personas por sus características físicas, sociales, culturales, religiosas, género, edad o lugar de procedencia, etcétera. Generalmente, esta actitud se basa en prejuicios y estereotipos sobre los otros y fomenta acciones que vulneran los derechos de los demás.
La inclusión y la equidad responden al reconocimiento y respeto de los derechos humanos y las libertades de cualquier persona. Por esta razón, sin distinción y de manera universal, los estados y las sociedades deben rechazar la discriminación y la injusticia social.
La inclusión y la equidad responden al reconocimiento y respeto de los derechos humanos y las libertades de cualquier persona. Por esta razón, sin distinción y de manera universal, los estados y las sociedades deben rechazar la discriminación y la injusticia social.
La Unesco define la tolerancia como el respeto, la aceptación y la valoración de la diversidad humana. No solo es un deber, sino también una exigencia política.
El desarrollo sostenible refiere a un uso responsable de los recursos, que no afecte a las futuras generaciones. Este concepto tiene en cuenta el impacto de lo económico y lo social en el medio.
Esto implica que se acepte la diversidad humana, que no se impongan las opiniones propias y que cada ser humano sea libre de adherirse a los valores de otros.
En materia de sostenibilidad, los principios de equidad e igualdad se dirigen a la disminución de la brecha en el acceso a los recursos naturales, a la reducción de las desigualdades sociales y económicas, y a la justicia en la gestión de los recursos.