INICIO Se avisó a tiempo del llamado a huelga para el 1 de junio de 1906, por ello pudo tender los hilos de la represión. Primero mandó un telegrama al gobernador del estado, Rafael Izábal, pidiendo su presencia y el envío de tropas. Solicitó a la par el apoyo estadounidense: directo al presidente Theodore Roosevelt, y al gobernador de Arizona, Joseph H. Kibbey. Éste autorizó la salida, desde el centro minero de Bisbee, de 275 policías rurales paramilitares