La importaciones, algo que no se le dio importancia. La gente pensaba que era solo exportar y recibir dinero y ya. No supieron aprovechar el gran comercio que se les abrió. Al exportar el guano y un poco de salitre, pudieron haber exportado muchísimas cosas y a ver captado la atención de otros países. El olvidado Atacama, con su salitre y su guano, se convirtió, de repente, en objetivo vital para las insaciables potencias europeas, sobre todo Francia y Gran Bretaña, y para las élites criollas de Bolivia, Chile y Perú. Para controlar la producción de ambos bienes, estos tres países se embarcarían, en 1878, en un conflicto bélico que se conocería como guerra del Pacífico o guerra del Guano y del Salitre.