• El agente creador, que tomará los elementos que considere del contexto (de forma más consciente o menos) y les añadirá otros, evitará también algunos y lo organizará en un todo argumental. Este agente será un político, una comisión de un partido político, una institución científica, una gran empresa, etc.
• El agente transmisor. Cuando el generador sea una institución de poder y el discurso tenga una carga intencional fuerte, la selección del agente transmisor es fundamental. En un discurso político, el líder es crucial, su voz, su estética, su estatus, su credibilidad pública, etc. En una película, se buscarán los intérpretes cuya imagen pública sirven mejor a los
objetivos del discurso.
• El paciente directo. El discurso va orientado a unas personas o gruposconcretos. El vocabulario, las expresiones, el canal, la frecuencia, el tono, la apariencia... pueden ser diseñados de forma muy dispar según el segmento poblacional hacia el que se dirige el discurso.
• El paciente indirecto. En muchas ocasiones, el público receptor es muy superior al que justifica el diseño concreto del discurso. En principio, esta circunstancia no debería importarnos. Pero hay dos justificaciones para que llame nuestra atención y lo incluyamos en el análisis: (1) si no sabemos distinguir entre el destino intencionado y el real, el análisis no suministrará los mismos resultados, y (2) es normal que el diseño contemple ese segundo círculo, más amplio que primero, que incluye a
otros posibles receptores.