Yanamoto (2002) compara las estructuras éticas de la Grecia homérica y de las tribus Gheg del norte de Albania, porque ambas son sociedades sin poder del estado y encuentra que en éstas últimas son conceptos cruciales los de: “juramento”, “honor”, “huésped”, “sangre”, “comida” y “venganza”, constituyendo ésta última una fuerza sagrada, purificadora, que da a la sociedad un sentido de justicia.