El cálculo se hace en base al gasto energético (agua, electricidad, combustibles fósiles...) directo e indirecto: el gasto directo se hace tanto con el combustible que se le pone al coche, o el que usa el transporte público, o el consumo eléctrico y de agua que se hace en casa, el trabajo, etc.
Cuanto más grande sea la huella ecológica de una ciudad o un país, más grande será también el impacto ambiental que provoca más allá de sus límites.